La antroponimia u onomástica antropológica es una rama de la onomástica que se encarga del estudio de la lingüística, la historia, el origen y la diferencia de nombres propios y apellidos.
Los diminutivos y apelativos cariñosos que utilizamos para referirnos a las personas de nuestro entorno se denominan hipocorísticos, un término que deriva del griego y significa “con caricias”.
La costumbre de utilizar estos hipocorísticos proviene de la Grecia Clásica, donde se creía que ocultando el nombre de una persona la prevenían de la ira de los dioses.
El nombre documentado más largo que se conoce es Deoscopidesempérides, que significa ‘El que se complace eternamente en la contemplación de Dios’.
Se le llama nombre de pila porque es el que hace referencia al que se da en la pila bautismal.
Se calcula que al menos un 6% de los padres se arrepienten del nombre que les ponen a sus hijos.
Los nombres compuestos son una tradición que comenzó en España y que poco a poco fue extendiéndose a otros países. El rey Juan Carlos I fue el primer jefe de estado en tener un nombre compuesto.
Antonio y María Carmen siguen siendo los nombres más comunes en España. Seguidos de Manuel y María.
Lucía y Hugo son los nombres que más niños recibieron de los nacidos en 2020.
En España hay 86 niñas que se llaman Daenerys y 457 Aryas, como los personajes de la serie Juego de tronos.
¿Quieres saber cuánta gente se llama como tú? La web del Instituto Nacional de Estadística te permite saberlo. Introduce tu nombre a continuación y busca los resultados.