Sabemos que el envejecimiento forma parte natural de nuestra vida. Llegan cambios en la memoria, la atención y otras funciones de nuestro cerebro. Pero también sabemos que existen maneras de mantener la mente despierta y una de las más poderosas y accesibles es el arte. Pintar, bailar, cantar, escribir o incluso disfrutar de una buena película u obra de teatro no solo nos generan bienestar emocional: también estimulan áreas del cerebro relacionadas con la memoria, la creatividad y la concentración. Lo que en resumen se puede decir que el arte es como un gimnasio mental. Para profundizar en el tema…
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